El chino es tonto.
El que me fabrica las motos.
Es tonto.
Mira si es tonto que le dije que no me iba a ir a fabricar a ninguna otra fábrica y ya estoy haciendo planes.
Aunque sean planes a largo plazo, quizás un años o incluso dos, me ha hecho plantearlo.
Lo primero que hace es hacer lo que a él le gusta, lo que él quiere, como él quiere, porque la empresa es suya.
Me lo cuenta a mi porque tenemos confianza, y no se para a pensar que yo soy su cliente. Ya te digo, que el chino es tonto.
Pero lo peor es que le paso un pedido de recambios, que como te puedes imaginar, es coimplicado.
El chino que es un chino más o menos internacionalizado, pero poco, le pasa el listado en chino a un chino que es un chino-chino-chino, de esos que ni hablan inglés, ni quiere, si si quiera tratan a los extranjeros como a personas. Los ignoran. De hecho piensan que somos tan tontos que no sabemos ni hablar chino.
Lo que viene siendo un chino-ultra-mega-hiper-chino.
Como el jefe es THE FUCKING BOSS (traducido como el jefe) no le gusta mancharse las manos demasiado y delega la supervisión en el chino-chino-chino.
No deja de ser graciosos que a un chino-chino-chino con menos ojos que un topo le conceda la «super visión»
Como te puedes imaginar, si al chino que hace lo que quiere y que el cliente compre lo que yo hago le importa tan poco el cliente, al chino-chino-chino le importa media mierda el cliente.
Te puedes imaginar lo que me llega aquí cuando abro el contenedor, ¿verdad?
Si:
GANAS DE MATAR A ALGUIEN
Quiero dejar de comprarle a los chinos.
Eso cuando se me pasan las ganas de matar.
Por mucho que te explique los errores que tenemos que arreglar aquí no podrías darte una idea de la dimensión de lo que recibimos.
…
Pues mira por dónde que el chino esté está en pelea a muerte con su hermano, que se ha abierto otra fábrica nueva.
¿A que no adivinas cual es la fábrica candidata a fabricar mis motos a futuro?
Pues mira si eres listo que lo has adivinado. Máquina. Crack.
Así es. El cambio será a la fábrica de su hermano, su peor enemigo. ¿Por qué?. Porque no puedo matarlo.
Pero aun hay más.
Y es que viendo la infinita ineptitud de los chinos, les ofrecí una colaboración más estrecha. Como con las motos. Te pongo un ejemplo.
Ellos son fábrica de motos, pero no tienen ni puta idea de lo que es una moto en su conjunto. Te fabrican manillares, basculantes, y demás componentes, pero no tienen ni idea de motos.
Por eso yo, igual que otros importadores, les decimos lo que queremos, y así salen motos cojonudas. Porque nosotros sí sabemos de motos, y sabemos cómo debes ser una moto, y cómo no debe ser. Ellos eso no lo saben,
Pues por lo mismo le ofrecí trabajar, ya no como socios, pero casi.
¿Sabes lo que habría pasado en ese caso?. Pues que hubiéramos hecho crecer la fábrica lo que no te imaginas, porque el chino es tonto y yo no. Tal y como te lo digo.
El chino aguanta, enviando pedidos desastrosos a los clientes y haciendo las motos que a él se le antojan como a él se le antojan.
Imagínate sirviendo a los clientes en función a lo que ellos quieren, y que los clientes reciban los pedidos de recambios todos preparados en sus paquetes individuales con sus logos y códigos de barras, listos para colgar y vender.
Eso implica escuchar, aprender, y hacer lo que los clientes te dicen que quieren comprar.
Pero el chino no lo hace.
El chino pierde dinero, y es probable que llegue a cerrar.
¿Cuál es el enemigo del chino?
A estas alturas ya deberías saberlo. Y no me refiero a su hermano.
Te lo cuento otro día.
Apúntate para no perderte cosas de estas…