Soy yo. Pero vamos… que no sé qué interés puede haber en saber de mí … Dímelo tú.
Yo soy Paco Campos.
Un tipo raro. Es que no encuentro muchos como yo.
Un poco infantil. O un mucho. Muy infantil. Es lo que hay.
Un poco transgresor. Sólo un poco. Sólo hasta donde me permite la ley. 😁
Me considero inteligente, sí. Afortunadamente.
¿Quieres conocer mi historia?
¿En serio?… vale.
Recuerdo que era niño cuando después de pasar años respondiendo a la pregunta «¿Qué quieres ser de mayor?» con la respuesta «Pintor y programador», decidí que ya estaba bien de decir lo que los demás esperaban que dijese.
Lo que yo quería hacer era lo que me diese la gana. Si. Tal cual. Lo que me de la gana.
Para hacer lo que te de la gana cada día, necesitas ser un tipo raro. Yo lo soy.
No regalaré mi tiempo por un sueldo.
Se acercaba mi edad adulta, y con ello el estudio permanente y el trabajo con normas rígidas. Vamos mal. No pinta bien.
No me costó mucho adivinar que lo que necesitaría sería dinero, y que la única forma de ganar más dinero es trabajar para ti mismo, y no para los demás. Así empezó a temprana edad mi vocación empresarial, que arrancó después de meses ahorrando en trabajos precarios, con la venta de mi moto, de mi querida guitarra Fender Stratocaster Plus Deluxe… aún me duele… y abriendo mi primer negocio: una simple frutería.
Toqué el éxito. Cuando tocas el éxito, ya estás atrapado para siempre, y siempre serás empresario aunque estés trabajando para otro, igual que el fumador sigue siendo fumador aunque no fume. Si, bueno, llámalo emprendedor, que suena más suave, si esto te reconforta, pero en el momento en que tienes una empresa e inicias una actividad económica, eres empresario.
¿Sigues leyendo?. Ya son ganas… Si sigues leyendo, sigo contando.
A partir de la frutería, que fue un periodo de dos años, tuve una época terrible de mínimos ingresos. El estado mental de una actividad económica sin ingresos es realmente lamentable, y así no se puede vivir. Sin embargo, todo lo que aprendí, motivado por salir adelante, me sirvió para entrar en el mundo que estaba a punto de descubrir.
Mi experiencia informática e Internet.
Tengo que contarte que ya en bachillerato, una empresa local se fijó en mi, me regaló formación en temas informáticos, me contrató con muchas expectativas, para finalmente ponerme un traje y dejarme 8 horas al día de dependiente en una triste y poco exitosa tienda de ordenadores y demás consumibles informáticos. Recuerdo aguantarme a duras penas la cara de alegría cuando me estaban despidiendo. Acabé asqueado.
Ese hastío me hizo olvidar definitivamente todo lo relacionado con ordenadores, informática, programación… No quería saber ni que existían.
Pero años más tarde, descubrí dos cosas casi a la par: El avance que habría desarrollado la informática, y sobre todo, sobre todo, Internet.
Me fascinó la idea de poder comunicar con otras máquinas sentado frente a una pantalla, y eso fue sólo el inicio. Así que me compré mi ordenador, contraté una de aquellas costosas conexiones a internet, y me adentré en este mundo infinito.
Fascinación por la Web y por las motos.
Fue clave para todo mi desarrollo personal, el profundo interés por las webs a las que accedía desde mi ordenador, y sin pensarlo, me informé de lo que hacía falta, que antes era bastante más complicado que ahora, registré un nombre: «guiamotera.com» y monté mi primera web. Un directorio de sitios webs especializados o relacionados con el mundo de la moto.
Se fueron juntando varias especialidades en mi. Me apasionaba la empresa. Me apasionaba el márketing. Me apasionaba la psicología de la venta. Me apasionaba internet. Me apasionaban las motos. Todo junto y combinado fue una receta perfecta para el crecimiento personal en habilidades que me permitieron, desde aquel entonces, contar con varas palabras colocadas como número uno en google, alguna durante varios años; Conocer a fondo las particularidades de la venta en internet, sobre todo la desconexión entre el mundo real y las soluciones para vender en internet que teníamos por aquel entonces, la humanización de la tecnología, la automatización. Bendecía haber nacido en un momento que me permitió vivir cambios tan inmensamente grandes y enriquecedores.
Gracias a la venta al por menor por internet, fui y soy tan libre como deseaba.
Por suerte o por desgracia, más bien por suerte, he comprobado que el dinero no te da la felicidad, porque hay ricos infelices, pero sí que te acerca bastante, ya que te da la libertad imprescindible para ser felices. Por naturaleza no somos felices, pero por naturaleza sí somos libres. Eminentemente libres.
Con una vida modelada para mi, con libertad suficiente para no tener ni horario, ni jefe, no sitio fijo de trabajo, ni despertador ni estress, es habitual que centre mis esfuerzos en buscar más autorrealización personal. Lo que me llena. Lo que me gusta. Lo que me da placer y aprendizaje.
Hace 10 años internet explotó y se hizo universal y permanente. Las posibilidades se multiplicaron, y siguen multiplicándose. Vivimos en un mundo nuevo, muy nuevo, que se nos escapa de las manos, en el que el aprendizaje ya no se trata de tener el privilegio de encontrar esa información, sino que muy al contrario, infinidad de personas libremente regalan sus conocimientos al público, y muchos de ellos dan el paso a vivir de esos conocimientos, lo cual está muy bien: Nadie obliga a comprar nada, y quienes compran, exigen un conocimiento directo y práctico, normalmente de materias novedosas de las que la formación tradicional, como pueda ser la universitaria, no tiene ni tan siquiera constancia de que existen.
A mi también me ha picado el gusanito de comunicar, de ofrecer conocimientos y de que cualquier pueda crear su propia web, su tienda online, o lo que quiera, con suficiente información para no morir en el intento presa de la falta de información, de formación, o de ser devorado por la competencia feroz que en forma de pocas empresas y cada vez más grandes, van a devorar a todas las pequeñas en internet.
Y ya que estamos te contaré cual es mi gran reto. Mi gran apuesta. Mi gran proyecto.
Ahora viene la parte divertida.
Mi primera Web, la puerta al éxito.
Empecé en el comercio electrónico aprovechando la inercia del tráfico orgánico que ya estaba generando. ¡Así cualquiera!. Pues sí.
La verdad es que mi ejemplo sigue siendo perfectamente válido y para mi la principal estrategia, y la más segura para quien no se atreve, y así dar el salto a convertirte en un emprendedor digital, ya sea vendiendo servicios o artículos.
5 años antes de lanzarme a vender «cosas» por internet, monté mi primera web. No la monté para ganar dinero, sino por motivos bien distintos:
1.- Organizar mis favoritos en Internet. En una época en la que los buscadores aún no eran lo que deberían ser. De modo que iba recopilando y organizando direcciones de sitios web en lo que era una clara web directorio, dentro del nicho de los aficionados a las motos.
2.- Por el placer de aprender. Me fascinó el funcionamiento de la Web. El mero hecho de poder tener alcance infinito en un medio abierto para comunicar lo que quieras me resultó tan atractivo que sólo por aprender, por descubrirlo, y por dominar ese medio, me lancé y monté mi primera web.
Las visitas empezaron a llegar poco a poco. Google estaba en pleno auge y me dio cada vez más visitas. En el año 2001 era mucho más fácil obtener visitas sin hacer nada que hoy en día, aunque sólo fuese porque la cantidad de Webs publicadas eran una ínfima parte de la actual, y el internauta quería más y más contenido. Las visitas no dejaron de, progresivamente, crecer y crecer hasta llegar cerca del año 2003 a 7000 visitas únicas diarias. Una absoluta locura.
En el año 2005, cuando llegó el boom de las minimotos a España, mi sitio había bajado hasta las 3500 a 4000 visitas diarias. Aun habiendo bajado, era mucho tráfico que no generaba más que gastos de hosting y tiempo en actualizar la web.
Decidí lanzarme a preparar contenido para posicionar lo más arriba posible la palabra «minimotos». En dos semanas estaba el cuarto de la lista, y en dos meses el primero, posición que conservé durante más de dos años.
Cuando eres el primero en la palabra «minimotos», ya sabes lo que vas a vender mañana mismo. Igual que si estás el primero en la palabra «microondas», mañana mismo tendrías ventas de microondas.
La simplicidad de la venta online.
El siguiente paso habitual sería montar un comercio electrónico al uso. Por aquel entonces no había Prestashop ni Woocommerce, y la plataforma usada era OS Commerce, que no me gustaba nada. ¿Crees que monte un Os Commerce?. Pues no.
¿Qué hice entonces?. Simplemente añadí un formulario de contacto en cada página de cada modelo de minimoto que había publicado. Recuerdo lo difícil que me resultó por aquel entonces montar el formulario en php, a base de código, y conseguir que en el mensaje me llegase un link que apuntase a la página desde la que me lo habían enviado. Difícil pero no imposible: Todo está en internet.
Tardé cuatro años más en montar mi primera tienda online al uso, que fue un prestashop.
Lo monté como página principal para mi marca de minimotos que lancé por aquel entonces al mercado.
Prestashop Fue una grandísima decepción: Todo un sistema de venta online que debería facilitarme las ventas y el trabajo, lo único que conseguía era pocas visitas de público que apenas compraba.
Prestashop, la mejor plataforma para montar tu propia tienda online era un absoluto despropósito:
Necesitaba infinidad de horas de configuración
Faltaban prestaciones imprescindibles para la venta ye l control de impuestos.
Muchas cosas simplemente no funcionaban.
Una vez se realizaba una venta, no había nada más, como si ya no importase la transacción.
Mientras tanto, mi otra web, tiraba como un tren, con un simple formulario de contacto vendía y vendía. Toda una aplicación para vender no podía ni acercarse a los resultados de una web con un formulario.
Lo vi claro: En el mundo de la venta online todo estaba por hacer.
No quiero ni recordar las horas y horas que estuve pensando, trabajando, y diseñando cómo debería ser una tienda online.
Tenía varios problemas para conseguir esa tienda ideal:
- 1.- No sabía dónde encontrar programadores.
- 2.- Muchos de los que se llaman programadores son simples cantamañanas. Los hay a miles, y son la mayoría.
- 3.- El precio de un buen programador hacía inviable el proyecto.
Explosión de talento: Tienda de código propio.
Un día entré en contacto con un joven crack de la programación, llamado Pedro M. con el que iniciamos un ambicioso proyecto:
La creación de un sistema de comercio electrónico completo y multitienda.
Nos pusimos manos a la obra.
Aquello fue fantástico. Maravilloso. Infinitamente motivador. Absolutamente inolvidable.
Junto a Pedro y a mi solía haber un segundo programador.
Nos pasábamos las tardes evaluando, diseñando, mejorando, decidiendo, razonando y buscando la mejor solución a cada mínimo detalle de la tienda online que estábamos construyendo.
Tres mentes privilegiadas, rompiendo límites. Explotando.
Lamentablemente pecamos en muchos aspectos de novatos: El precio acordado era insuficiente, incluso con un aumento de presupuesto a medio camino. El trabajo resultó ser más extenso de lo deseado, y lo que era un gran proyecto terminó siendo una multitienda más bien sencilla, pero que lo que hacía, lo hacía muy bien.
Yo estaba deseando ponerla en marcha, él estaba deseando terminar, y en cuanto cobró el último euros… hizo ¡pop!. Y desapareció.
Entonces me estampé con el GRAN problema de tener un sistema propio: ¿Quién te va a mantener eso?. Ya nadie. ¡Oops…!
Puse en funcionamiento la tienda el 12 de junio del año 2011.
Los primeros días ya fueron asombrosos. Triplicamos el porcentaje de conversión que estábamos obteniendo con prestashop. Así, de golpe. Sólo dejándola andar sola.
Recuerdo la sensación de placer infinito al comprobar que nuestro sistema vendía el triple que un prestashop, aunque luego fue mucho más, porque también era mucho más propicio para mejorar el posicionamiento en los buscadores y atraer a más visitantes.
Esa era la prueba de que toda aquella inspiración, y digo inspiración porque era fruto de la experiencia anterior, pero estaba sin probar, finalmente había sido puesta a prueba y había demostrado ser el camino correcto. Era como una señal divina que me estaba diciendo que, efectivamente, yo era yo, porque mi proyecto era real y tenía sentido: Sabía cómo vender más. ¡Ahí está!.
No sé quien velaba por mi. No sé si dios existe y me cuidó. No sé si tengo muchos ángeles de la guarda que permitieron que el sistema aguantase con mínimos problemas, por no decir ninguno, durante, atención: SIETE AÑOS sin actualizarse.
Aun así, por muchos años que haya aguantado, eso no es lo normal. Más bien fue una locura. Tuve una bomba… y nunca explotó.
Lo que quiero decir es que nunca hay que embarcarse en un proyecto de código propio si no contamos, al menos, con dos programadores que lleven el mantenimiento del sistema creado.
Nadie debe embarcarse en un proyecto de código propio sin al menos dos programadores con los que contar para mantenerlo.
Paco Campos
Eso implica tener a dos personas contratadas permanentemente o tener departamento propio para mantener estas aplicaciones: Imposible para quien empieza, incluso imposible para quien lleva ya en marcha un negocio de pequeñas dimensiones. Es mucho dinero. Es un coste fijo demasiado elevado.
Sin embargo, son innegables las ventajas de contar con un sistema de tienda online propio:
- Velocidad
- Efectividad
- Eficiencia
- Seguridad
Esto se traduce, directamente, en más ingresos, más tiempo libre, y más opciones: Con más ventas y más ingresos tú puedes decidir si vendes más, ganas más y amplias el negocio; o si ganas tiempo libre y vives una vida de libertad y sin estress.
Compáralo con la vida habitual del vendedor online: Poco tráfico, pocas ventas, y una web que no funciona como debe, que no vende como debe, y que te da problemas.
Caída al abismo: Actualizando la Tienda online.
Una vez agonizaba la tienda online, 7 años después, subestimé lo que había tenido entre manos, y volví a montar al tienda con una aplicación gratuita de código abierto para evitar el problema de un sistema de código propio: que como falle no hay nadie que te lo pueda arreglar.
Fui preparando tiendas online: Probé magento, probé woocommerce, probé prestashop, y absolutamente todo fue un desastre. Ya no me refiero a webs que son lentas y que no están bien diseñadas para acompañar la venta de una forma efectiva, sino a sistemas que directamente se rompen, se vuelven a romper, y te arruinan. Por que sí, un sistema que se rompe, te arruina la venta, porque todas las visitas que estabas teniendo antes del problema, en pocos días desaparecen, y lo que es peor de todo: No vuelven más.
Déjame que te cuente la odisea. ¡Y gracias que no me sucedió con el sistema anterior!… Sino no sé qué hubiera hecho.
Antes de que muriese el sistema propio, por viejo y desfasado, ya me puse a preparar, incluso a contratar a quien preparase, mi tienda sobre diferentes plataformas. Para que primero estuviese terminada, sólida, estable, y después cambiar una por otra.
Magento: Contraté a Angel para desarrollar el sitio en Magento 2.
Magento era el sistema más poderoso para crear una tienda online. Necesitaba de muchos recursos así que contraté un VPS en Profesional Hosting.
No recomiendo en absoluto Profesional Hosting porque lo que comprobé es que fueron un «Incompetent Hosting». Te pongo un ejemplo: Creas una serie de configuraciones en el servidor, y estos campeones programan actualizaciones en el servidor, y te joden todo el trabajo que tenías hecho. Y cuando ya se aclara la cagada, te dicen que lo configuran para que no vuelva a pasar… y ¿Qué ocurre?. ¿Adivinas?. Si: Vuelve a pasar. ¡Santo Tomas! ¡Nunca más!
Angel era buen programador. Realmente era un fuera de serie. Una mente privilegiada. Pero digamos que temas personales le hicieron no ser eficiente.
Al Magento 2, un gigante nacido muerto, le añadimos los terribles plugins que tiene: Caros y malos, y con mínimas opciones. Lo que te obliga a meterte en código propio. Finalmente Magento 2 resultó ser igual de costoso de mantener que un sistema propio. Son muy pocos los que lo saben tocar, y son caros, carísimos.
Para colmo, mi gran error fue implementar un tema, una apariencia, de Theme Forest… De nuevo una lección. ¡Nunca instales un tema de Theme Forest!. Ni para magento, ni para nada. En serio. Ni regalado. Este consejo vale ahorrarte miles de problemas.
Finalmente el cóctel explosivo hizo efecto. Error tras error tuvimos que ir desmontando todo lo instalado, y la tienda se aguantaba igual que un castillo de naipes. Salí corriendo de ahí, y me despedí del dinero invertido. No quieras saber cuánto.
Woocommerce: Contraté a Ramón para crear la tienda sobre Woocommerce.
Ramón no tenía ni idea. Sólo tenía un chaval contratado que montaba WordPress de una determinada manera. Fue muy triste. Yo le tuve que corregir y enseñar cosas hasta que me dijo que ya no me podía seguir.
Pues como este hay a patadas.
El resultado te lo puedes imaginar: Errores 500 uno detrás de otro, incompatibilidades entre plugins, malas funcionalidades, mucho peso muchos recursos que asfisiaban al servidor, y una velocidad patética: Llegué a tener una puntuación de 3 en vista ordenador en el page speed que cuenta de 0 a 100. ¡TRES!. Y en vista móvil, imagínatelo: Efectivamente. CERO.
Finalmente, con una apariencia penosa, lo peor de WordPress: El servidor infectado. ¡A la mierda todo!.
Prestashop: Lo monté yo con soporte de Edgar y un servidor muy triste.
Con el servidor me metieron un gol. Simplemente. No tenía ni que haber empezado.
Me puse con el Prestashop de nuevo, dado que desde aquel que monté en su día hasta este, había cambiado mucho.
Esta plataforma fue la elegida para sustituir al viejo sistema, y en un primer momento parecía que se comportaba bien.
Pero, cómo no, empezaron los problemas. Problemas con el servidor se sumaron a problemas con el propio Prestashop. ¿No conoces a nadie que esté absolutamente harto de prestashop, pero ya no sabe a qué agarrarse?. Pues así estaba yo.
Todo se fue a la mierda. Todo. Los errores 500, que hacían detener todo el sitio se daban en los peores momentos. Teníamos que tirar de actualizaciones que el servidor no tenía, así perdíamos días de trabajo y de documentos para recuperar la web online.
Cuando tienes un error 500, tu web está rota, y google te ve. Google no quiere ningún sitio web que sufra de errores 500 o cualquier cosa rara que pueda empeorar la experiencia de búsqueda del usuario, así que cuando eso te sucede más de una vez, google te manda a las profundidades, y pierdes todo tu tráfico.
Eso fue lo que me sucedió.
¿Entonces qué hice?: Me agarré a un clavo ardiendo. Contraté a Oxatis bajo la marca Xopie.
No sé si me voy a poder contener a la hora de calificar la experiencia con estos impresentables franceses.
Simplemente, ni se te ocurra contratar nada con ellos. Son mentirosos, incompetentes, y su sistema es un frankenstein incompleto lleno de parches y chapuzas.
Mi apartado de consultas con soporte es digno de una película de terror.
Efectivamente, contraté un sistema de pago mensual, precisamente para olvidarme de los problemas técnicos. Ya tuve suficiente. Lo primero era remontar la tienda, que era mi principal fuente de ingresos. Mi necesidad de olvidarme de los problemas técnicos no me dejó pararme a comprobar a quienes estaba contratando. ¡Maldita la hora!.
La mejor tienda online se llama: Gestien.
Cuando ya estaba desechada la idea de montar una plataforma de comercio online propio, e incluso mandar al carajo a prestashop, a magento, a woocommerce, y de paso también al carísimo pero incompleto shopify y sobre todo a los franceses de oxatis, apareció Edgar.
Edgar y yo empezamos a profundizar en el tema del comercio electrónico y vimos que encajábamos muy bien, siendo muy diferentes: Él con el perfil de programador avanzado, y yo con el de vendedor, y con una idea muy clara de cómo debería ser una tienda online.
Objetivos claros y ambiciosos:
Definimos que tendríamos un sistema de tienda online de pago por uso en el que ofreciésemos solución a todos los problemas conocidos de las tiendas online:
1.- Sin comisiones por venta
2.- Hosting incluído
3.- Actualizaciones automáticas.
4.- Plugins y módulos incluídos.
5.- Rápida y efectiva.
6.- Sin fecha de caducidad.
7.- Con precios muy rentables para el usuario.
8.- Funcionalidades avanzadas de márketing.
9.- Sistemas de facturación incluídos.
10.- Sistemas de seguimiento y fidelización de cliente.
11.- Sistemas de incremento de venta.
Con los siguientes objetivos:
1.- Gestien ayuda a vender por sí sólo. : Sólo eso ya la hace rentable.
2.- Todas las configuraciones habituales ya estarán definidas en todos los módulos : Ahorra tiempo de puesta en funcionamiento.
3.- Minimizar el tiempo que el vendedor dedica a la web. : Dedicar el menor tiempo posible a la gestíon.
4.- Que la web haga todo el trabajo que sea posible hacer: Añadir tareas que te dan más tiempo libre.
¿A quien no le gustaría un sistema así?.
Todo el mundo quiere un sistema así, porque eso es lo que yo llamo un sistema perfecto.
Te quita varios problemas de un sólo golpe:
Adiós a programadores y Webmasters frikis.
Con todos mis respetos, los programadores son un mundo aparte, piensan diferente, pero no los entiende ni dios. Hacer que entiendan lo que quieres es extremadamente complicado, y lidiar con ellos a menudo es un suplicio.
De este modo, se acabó soportar a programadores.
Adiós a los programadores mediocres.
Son aquellos que, aun sabiendo programar, su falta de experiencia y habilidad, y su gran ego, les hace no querer arreglarte nada, sino venderte su sistema. Son los que te dirán una frase parecida a esta: «Más te vale hacerlo todo nuevo».
Adiós a los cantamañanas.
Estos son los peores. Que se hacen pasar por programadores, pero en realidad no tienen ni idea de nada, y sólo te instalan cosas facilitas y modifican alguna cosa. Poco más. En cuanto les pagues, desaparecen, y empieza tu pesadilla. Te hacen perder el tiempo, y el tiempo es oro.
Adiós al hosting.
No me canso de ver quejas y más quejas sobre todo tipo de empresas de hosting. Es un mercado en el que el público se ha ido a demandar precios cada vez más bajos, con lo que las prestaciones y el servicio son terribles, de modo que no sabes cuando pasas de una mierda barata, a un abuso de precio, porque sobre la mesa, todos tienen unos datos fantásticos, pero la realidad es otra.
Ya no tendrás que buscar, probar o adivinar cual es el bueno y cual no. Fin a los mareos por el hosting.
Adiós a las horas, días, semanas, incluso meses para montar una tienda online y hacerla funcionar correctamente.
Lo contratas, te lo sirven como en un restaurante: Listo y en bandeja. El mayor ahorro de tiempo, es el mayor ahorro de dinero.
Adiós a la locura de elegir entre miles de plugins.
No necesitarás ningún plugin, porque la tienda ya realiza todas las funciones necesarias que decenas de plugins. De nuevo te ahorras el tiempo de elegir, probar, activar, desactivar, probar otro, que no funcione bien, mientras vas llenando de basura la base de datos. Aquí está todo en su sitio y listo para funcionar.
Adiós a los problemas técnicos
Cuando tu web depende de ti, estás muerto: Tarde o temprano se romperá y tu negocio se vendrá abajo. ¿Cuánto vale eso?. De este modo, te olvidas de problemas y te dedicas a vender. Si algo va mal, nos lo dices, y lo arreglamos nosotros.
Adiós a las actualizaciones, el mayor peligro de toda tienda online.
Según la ley de Murphy, todo lo que puede salir mal, saldrá mal. Doy fe. Cuando la actualización de tu web sea una actualización importante (Hola, Prestahop!), saldrá mal. Cuando actualices y pueda quedar basura en la web, quedará basura. Si esa basura puede romperte la web, te la romperá. Y cuando pretendas volver a tu copia de seguridad, esta no funcionará. Google verá lo que está pasando, y ya no te enviará más tráfico, por lo que tu negocio estará definitivamente destruido, y tendrás que emplearte a fondo para remontar esas visitas durante el próximo año, o dos años, si es que tienes dinero para aguantar todo ese tiempo.
Sólo este punto es, por sí sólo, suficientemente importante como para dejarlo todo y pagar lo que te pidan por un sistema así. Pues así es el sistema: Tenemos actualizaciones automáticas.
Adiós a los hackers y a las webs infectadas.
WordPress es un coladero de piratas que te rompen la web y te piden un rescate. Sin embargo, un sistema propio, con código propio, que nadie conoce, es posiblemente la mejor solución contra ataques externos. Te acordarás el día que te infecten tu WordPress.
Adiós a muchas horas de trabajo.
Sé por propia experiencia que una tienda online te puede pedir más tiempo del que tienes si tienes trabajo y te funciona bien.
Para eso he diseñado esta tienda con el objetivo de que me quite todo el trabajo posible. Todo. Para que la máquina haga todo lo que sea capaz de hacer por mi.
¿Me has colado una venta en toda regla?
Si. La verdad es que sí. Aunque debemos puntualizar:
1.- Yo no te he colado nada en la medida que tu podrías haber dejado de leer en cualquier momento.
2.- Si lo has leído es porque, efectivamente, es algo muy interesante. Y es cierto. Lo es.
3.- Y finalmente, esta proyecto ocupa un lugar muy importante en mi vida, es mi gran proyecto de vida, y va a cambiar la vida de muchas personas.
Así que hasta aquí hemos llegado.
¿Entonces este sitio… ? ¿Qué es?
Esto es un pasatiempo. Una página personal donde voy a exponer y recopilar todo tipo de información para crear webs, tiendas, y para facilitar el proceso de venta a muchos vendedores que necesitan ayuda, o muchos que quieren dedicarse a vender.
Y ya está…
En el momento que escribo estas líneas, estoy diseñando en mejorar la sección de facturación de gestien, en concreto quiero añadirle un sistema de automatización de la facturación. En la línea del proyecto: Siempre perfeccionando el sistema para que luego la tienda haga el trabajo, y yo tenga más tiempo libre.
Después toca integraciones con transportistas para que las etiquetas del transporte se impriman solas, o para que el sistema se comunique de forma automática con la logística de la empresa SEUR con la que ya estamos en tratos para que puedas tener con ellos la mercancía, la web les mande toda la información de las ventas, y tú, si quieres, te puedas ir a la playa mientras ganas dinero.
Y seguiremos indefinidamente, porque está siendo apasionante usar la tecnología para que trabaje por nosotros cada vez más. Falta mucho por hacer, y va a ser fascinante.
¿Te interesa?. Si. Ya sé que te interesa. Ya sabes dónde estoy. 😉
Déjame tu email, y te llegarán pepitas de oro de estos temas.