Adictos a gastar dinero.

Imaginando una situación de inversión y crecimiento de capital en familia mi mujer me dijo algo así como…

«Y para qué queremos el dinero ahí».

Esto que puede sonar a que el dinero no importa, en realidad es otra cosa.

Se refería a una necesidad, un impulso, una adicción que llevamos dentro en relación al dinero.

Que el dinero está para gastarlo.

«GASTARLO».

La palabra que ha arruinado personas, familias, y países.

Gastarlo.

«Si no lo gasto, es igual que si no lo tengo, porque si no lo gastas es como si nunca lo usas y por lo tanto como si no lo tuvieras.

De modo que si trabajar por dinero y no lo gastas, mejor no trabajar.»

Todos llevamos ese impulso dentro, pero algunos lo podemos cambiar, porque hay un camino alternativo.

«INVERTIRLO»

«Ya y cuando lo gastas?». Este es el momento justo para responder «Anda y cómeme los huevos», o mejor «no se hizo la miel parea la boca del asno», aunque al final respondes algo así como «bueno, cada uno que haga lo que quiera con su dinero».

Te pongo un ejemplo que puso un chaval que le está dando caña en tik tok.

Le preguntaron algo así como : «Tengo 40 mil euros, me quiero comprar un coche. ¿Harías otra cosa diferente con ese dinero?»

Respondió contundente: Buscaría un piso de 40 mil euros, lo alquilaría, y pagaría un renting mensual con ese alquiler, mientras el piso crece de valor, siempre conduciría un coche nuevo»

Comprar un coche nuevo es un gasto.

Comprar un piso y alquilarlo es una inversión.

Invertir dinero quiere decir ponerlo a trabajar para producir más dinero.

Solo tienes que aguantar sin esos gastos, hasta que tus inversiones te produzcan rentas… ese sí te lo puedes gastar, si quieres, aunque también lo podrías reinvertir.

Pero yo me he fijado en una cosa más.

Todo el mundo quiere gastar su dinero. Son adictos a comprar. Adictos a gastar.

Eso es malo. ¿Malo para quien?

Yo estoy en el comercio electrónico.

Eso es maravilloso.

¡Gasten su dinero, gasten su dinero!, que yo además de venderles sus compras, yo no lo voy a gastar: lo voy a invertir.

Termino con otra frase gloriosa que deberíamos tener enmarcada y que hubiera sido muy oportuna en mi conversación con Vicky y Andrés. Si, Andrés. Uno de esos Andreses.

A lo que iba. La frase:

«A nadie le gusta que le vendan,
pero a todo el mundo le gusta comprar».

Ahí lo dejo…

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