Hace ya muchos muchos años que empecé a leer esa mierda de libros que te cambian la vida.
Sí, ya sabes de lo que hablo. No me jodas, ¡tú también los has leído.!.
El Secreto fue de los primeros, y también de los primeros en dejar atrás y fustigarme por haberlo leído.
A partir de ahí, títulos como «Padre Rico, Padre Poble», «Quien ha robado mi queso», «Piense y hágase rico» y demás literatura que devorábamos como descubriendo el verdadero sentido de la vida. Y en gran parte así era.
Ahora ya afinamos bastante más a la hora de elegir a nuestros autores, pero eso no importa.
Lo que importa es que, junto con esa mierda de libros que te cambia la vida, llegue a encontrar libros para ligar. Expresamente libros para ligar. Confieso que no compré ninguno, porque todos estaban disponibles en internet. Eso sí: Los leí.
Después de leerlos, mi porcentaje de éxito con las mujeres fue más o menos el mismo que antes porque ya estaba felizmente casado, pero no es menos cierto que en las ocasiones que ponía en práctica expresamente las técnicas aprendidas la predisposición de la interlocutora femenina era… «más favorable».
De modo que mi consejo es que devores los libros que enseñan a ligar a los hombres. También indicado para las mujeres, aunque ellas la sepan cómo ligar. Ahí verás las más crudas, puras, y directas técnicas de venta que apuntan directo al centro de tu mente.
Piénsalo. Si eres feo y las técnicas funcionan en una mujer bella. ¿Qué no pueden hacer por un producto que además no es feo?.
¿Sabes por qué las mujeres estaban en una actitud más favorable al poner en juego esas técnicas?. Porque estaba vendiendo. ¿Qué vendía?. A mi mismo.
…
– «¿Y para qué quieres venderte a ti mismo?.«
– «¡¡¡Me cagon mi puta vidaaa….. !!! «