Ojito cuando preguntas: ¿Y tú a qué te dedicas?
A ver cómo lo digo para que no duela.
Imagínate una de estas personas que trabajan en el éter.
Si, hombre. Si sabes de lo que te hablo.
Son personas que hacen cosas que harías tú si tuvieras tiempo, cosas que les ha enseñado un tercero y tal como lo han mamado, así te lo replican. Porque tú no tienes ni puta idea de nada. Ni de lo tuyo.
Si, hombre. Los habrás visto por ahí.
Son gente que se despierta sonriéndose a si mismos y dando gracias al universo por mantenerles vivos un día más.
Son especiales, mágicos, lo saben todo y están seguros de ello. Comen cosas muy raras y muy caras porque ellos son especiales.
Si hombre. Tienen una capacidad de hacerte rico que lo flipas. Toman cosas extrañas en tazas que llevan escritas chorradas mientras se dejan ver por la ventana.
Son tan mágicos que su aura casi brilla y cuando se acercan huelen a nubes.
Son esos que te hablan como si tú fueses gilipollas, pero ni si quiera se dan cuenta que lo hacen.
Ellos han llegado aquí para mostrarnos la verdad y tú has tenido la suerte de acertarte a su aura y magnetismo y comunicarte con la pregunta que desencadena su explosión de ego encubierto.
¿Dónde me lo encontré?
Te los encuentras hablando o asistiendo a ese seminario tan especialito al que has asistido, que ha sido una puta mierda aunque después muchos de ellos aparecerán por linkedin flipados y felices (qué digo felices. ¡hiperfelices!) como si salieran de una orgía romana, aunque las exposiciones han sido una puta mierda.
Los asistentes que tuvieron cojones a usar el micro lo hicieron para preguntar poco más que cual era la puta receta para hacerse rico, lo más rico posible, lo más rápidamente posible, y con el menor esfuerzo posible. Vamos, lo que siempre preguntan una y otra vez.
Pues ahí te lo encontraste. Al especialito Fermín , nombre inventado, este en el evento especialito.
Vuelve la cámara 10 segundos antes del inicio.
…
Yo – Yo vendo motos infantiles. Tengo una tienda web. ¿Y tú… A QUÉ TE DECIDASSSSSsssss…???
El especialito – Yo ayudo a autónomos y PIMES a mejorar su relación con sus trabajadores y conciliar la vida laboral de ambos en un entorno productivo para que puedan dejar de sentirse esclavos de su propio negocio y recuperen la vida familiar,
Yo – …
Yo – … am…
Yo – …
Yo – … ya…
Yo – Me tengo que ir. «Chao».
…
No puedo, no puedo, no puedo. Lo siento. Me estoy perdiendo algo o es que soy inmune a la gilipollez contemporánea.
Dime asesor laboral, intermediador laboral, consultor si me apuras, pero no me hables como su fuese gilipollas. Por favor. Por favor. Por favor.
No ayudas a autónomos y empresas a prevenir y solventar las molestias de administración y clientes para aumentar su tranquilidad y centrarse en los procesos productivos para mejorar el ambiente de trabajo. No. Di que eres un puto abogado. Punto.
No ayudas a padres de familia a elaborar entornos confortables y controlados en el hogar para mejorar la cohesión familiar y generar un ambiente proclive para el pleno desarrollo de los niños en su crecimiento. No. Di que eres un puto decorador de interiores. Punto.
No ayudas a los vecinos de Villamonte del Cardete a conservar un entorno urbano sano que incita a mejorar los hábitos de higiene pública de los vecinos para poder usar la vía publica con mayor confort. No. Di que eres el puto barrendero del pueblo, ¡coño!.
Que no somos gilipollas.
Y aunque lo seamos. No lo seas tú.
No lo seas.
Déjalos a ellos que lo sean. Tú no.
Por favor.
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