Si tienes una tienda en internet tendrás que hacer lo que yo hice en la frutería con la Jeiter.
Si no sabes de qué hablo, revisa tu bandeja de entrada, porque hablo del email que te envié ayer.
Tienes productos del montón, tienes productos especialmente lucrativos, y siempre debes tener algún producto de oferta. UN motivo para que un nuevo cliente tenga motivos suficientes para conocerte.
Hay un tipo de productos que me gustan especialmente.
Son aquellos que aún siendo de oferta, llegar a ser también bastante lucrativos.
Para que sea así, se presupone que van a vender muchos. Pero para que sea lucrativo el precio no puede bajar sin límite.
Si lo sueltas tal cual y lo promocionas, es probable que tu público y el que no es tu público piense «para la diferencia me compensa el de siempre».
¡Vaya mierda!.
¿Comorl?. De Vaya mierda nada. Estrategia incorrecta. Tus clientes te hablan de la forma que saben: comprando lo que les da la gana, así que calle, mira y aprende de ellos.
El propio cliente con su comportamiento te está diciendo que lo que has creado no es una oferta para el producto nuevo, sino que has reforzado el que ya tenías.
Te confieso una cosa. A mi me ha pasado, y si tienes una tienda web o wap, a ti también.
Cuando tengo un producto oferta que además me interesa vender, no como reclamo, sino porque en si mismo mantiene un margen suficiente como para resultar interesante, hago que los demás productos le preparen el terreno.
Yo quiero que compren A
Por la diferencia, el cliente prefiere B
Perfecto: Amplío la diferencia. Convierto el producto que no quiero que se lleven, en vendedor.
¿Cómo lo hago?.
El cliente elige por diferenciación. Ante una gama de productos va a establecer comparaciones entre ellos.
Tanto es así que tú puedes influir en esa elección sabiendo que funcionan así.
Te diré más: Tu ya sabes que yo vendo cosas por internet. Comercio electrónico. «Icomers».
¿Sabes qué cosas tengo que cuidar sólo en relación al producto?. Todo y a veces no es suficiente.
No es sólo la foto, o el precio, o el título, o la descripción, o las valoraciones, o … no. Es todo eso y más.
Todo eso y más para conseguir que el cliente elija ese producto.
Imagínate lo fácil es hacer que un producto deje de ser el elegido y deje hueco al que sí pretendemos vender.
Foto: Bájale un poco el contraste y el color. Sólo un poco. Ya estás jodiendo el producto.
En lugar de calificarlo con 5 estrellas, déjalo en 4.5.
En lugar de un texto conmovedor, escribe datos técnicos.
Sube el precio un poco, solamente hasta que quede feo. Ojo, también puedes subirlo todo lo que quieras con tal de que cumpla su función.
La amplicación de diferencias no está sólo en el precio.
Pero si tienes donde aplicarlo empezarás a comprobar cómo hay productos de los que basta tener muy pocos, y que su función no es venderse, sino «hacer hueco» a los que realmente están ahí para ser comprados, que muchas veces son esos que tú compras, y ni si quiera sabes por qué los has elegido.
En este caso, estamos del lago guay!
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