👺Da la cara, tío feo.

Necesitas mucho más trabajo, dedicación y energía para que la gente compre por el producto, que por ti.

A ver, cómo va eso?

Pues nada, que tú llegas a un tío, te ve, le gusta el producto y te compra.

No te lo crees ni tú.

Si llegas a un tío, ve tu producto y te compra es porque es un producto pequeño o de bajo coste, y ya pensaba en comprarlo antes de ver el tuyo, y lo que hiciste fue llegar en esa rara ocasión en que tu cliente está ya quemando antes de que ni si quiera hayáis entrado en contacto.

¿Entonces?

Entonces, cuando suceda eso, sé consciente de que sólo has tenido suerte,

¿Si no, por qué te iba a comprar a ti?

¿Acaso te conoce?

¿Crees que no tiene por qué conocerte?

… ejem… bueno… esto… a mi no me conocen.

Y me compran.

Pero me cuesta un trabajo extra, y lo sé.

Veamos, pensemos, y solucionemos si somos miembros del sexo masculino que no podemos evitar reprimir nuestra necesidad de dar soluciones.

¿Cómo podría vender yo, mi tienda, mi web, más fácilmente?

Dando la cara.

¿Dando la cara?
Si, dando la cara.

Es que soy muy feo. Ya. Yo también.

Como soy muy feo y no doy la cara, me veo obligado a poner más recursos en convencer a mi posible cliente que merezco su confianza, o lo que es aun más difícil, que mi empresa, que le importa un pito, perece su confianza.

Ponte en el lugar del cliente, cosa que por otro lado deberías hacer constantemente ya que constantemente eres cliente.

¿Por qué cojones te vas a tener que confiar en una empresa?

Te voy a recordar un anuncio legendario en la televisión española.

«Soy Joaquiin Luque, director de CAMP…»

Si tienes cierta edad, lo recuerdas. Estas son las palabras literales del anuncio de detergente Colon. ELÑ de «si encuentra algo mejor, cómprelo!».

Ni si quiera he tenido que comprobar que esas fueron las palabras exactas.

Lo único que hizo fue darse a conocer. «hola, soy yo…». Ya te puedes imaginar cómo funcionó. Lo petó.

El cliente siente por tu empresa menos que por tu producto, llegado el día en que se fije en él. Si no confía en tu empresa, no confiará en tu producto. Que te conozca a ti es una forma de saltar la requerida confianza en la empresa, porque si confía en tí, lo que será mucho más fácil, confía de forma implícita en tu empresa, y paso jodido que te saltas camino hacia la venta.

El motivo es que nuestro cerebro está fabricado para empatizar con personas, no con empresas.

Por eso, aunque seamos feos, ahí tienes una oportunidad.

Si yo, porque pienso que soy feo y vergonzoso, no me muestro en público… y miles de empresarios como yo tampoco (ojo), entonces está en tu mano decidir si nos sacas ventaja a todos o no.

¿Cómo?.

¡DANDO LA CARA, TIO FEO!

Deja un comentario