🤣 Ecofriendly

Hay gente que es gilipollas y no lo sabe.

Bueno… después de esta primera línea ya habrás adivinado por dónde van los tiros.

Pues sí, hay mucho gilipollas.

Lo triste es que en mayor o menor medida todos tenemos culpa de ser un poco gilipollas tragando palabros sajones.

Si en España está pasando eso, en países como México ya mejor ni te lo cuento.

Pues si, ecofriendly.

Yo te diré lo que es ecofriendly.

Mis vacaciones en Horcajo de Santiago, provincia de Cuenca, España. Año 1984.

Cuando nos lavábamos, era porque ya estábamos sucios. ¿Es eso ecofriendly?

El agua caliente estaba caliente porque el sol de julio y agosto sobre el metal del barreño acababan calentándolo. ¿Es eso ecofriendly?

La geolocalización es que seguramente andábamos por el pueblo por las bicis.

La llamada a comer era a grito pelao. Grito que iba rebotando entre las paredes del pueblo.

Internet eran las vecinas que se iban avisando de si habían visto a un niño o a otro «que su madre lo está llamando», cumpliendo la función de nodo repetidor.

Las servilletas eran de tela. Se lavaban y se volvían a usar una y otra vez durante toda la vida.

El microondas consistía en que si la sopa estaba fría, te la comías fría.

La leche te la servían en tu propio cántaro. Y curiosamente en verano, que había más gente en el pueblo, la leche llegaba bastante más «clarita».

Los videojuegos sucedían fuera de la pantalla, y eran juegos, pero no eran vídeo. Eran en tres dimensiones y en realidad no virtual. Podías igualmente ver y oír, pero además podías oler, tocar, correr, hablar, comer, reír, insultar, bromear… y tirarte piedras y darte de ostias, también.

La comida se compraba a granel, los insecticidas eran matamoscas con los que mi abuela hacía una masacre entre los insectos voladores, y las trampas para moscas eran espirales de miel.

Las pareces se pintaban con cal, y los churros te los traían en una bolsa de papel, que servía después para encender el fuego.

Las conservas de tomate eran botes al vacío que duraban años. Las de uvas eran las pasas colgadas a secar. Las de carne los embutidos colgados a la sombra. Y los melones se conservaban solos casi hasta el año que viene.

Y lo que seguro hacían es secar la ropa al sol. No estoy seguro de que tuvieran lavadora, igual era una de esas que se limitaba a una bandeja abierta dando vueltas.

Ni sabes de lo que te hablo, ¿verdad?.

Pues por aquel entonces todo era natural. Simple. Lógico.

Por aquel entonces la gente la tecnología no había avanzado tanto. Las tabletas sólo estaban en algunas películas de star trek, eran ciencia ficción.

Por aquel entonces nos quedaba mucho por aprender. Éramos muy ignorantes. Pero no éramos gilipollas. Alguno había, pero no a este nivel.

Ahora uno de esos seres de aura luminiscente publica en una red social el «hack» que es «trending» para ser más «cool», y va el tío o la tía y muestra que lo que está haciendo es secar las putas sábanas al sol como hacía mi abuela, mi madre, y yo mismo alguna vez, diciendo que es «ecofriendly».

Gilipollas es lo que es.

NO es ecofriendly, no es orgánico, no es ecológico, … No. Es natural. NA-TU-RAL.

Y si es natural, no necesita adjetivos de nueva generación. Que ese es otro tema.

Y menos en inglés.

Ostia.

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