💣 El cliente, una bomba que explotar.

Que quizás no tengas un gran producto.

Que igual vienen a ti, por yo qué sé…

Que seguro que tu proceso de captación es una mierda. Que igual no, pero la mayoría sí.

Pero al final te llega un cliente.

Un cliente es una bomba cargada.

Si lo dejamos, se va. Adiós muy buenas.

Si lo hacemos explotar como una bomba, hará mucho ruido.

Hacerlo explotar es muy fácil, o muy difícil.

Tócale las narices al cliente, y verás qué rápido explota.

Explota rápido porque ya viene con desconfianza, y sólo compra cuando la confianza rebasa esa desconfianza y sospecha que insisten en derriubarla.

Entonces puedes imaginar que es muy fácil hacer explotar al cliente en un cabreo.

Emoción negativa. Fácil. Rápida. Poderosa.

No subestimes el poder del lado oscuro.

O

Puedes hacerlo explotar de amor, de entusiasmo, de agradecimiento, de alegría.

A ver, poder puedes, pero no es tan fácil.

Tampoco voy a hacer ahora un «guiado paso a paso». Simplemente intenta agradecerle al cliente ser tu cliente de la forma más inesperada, agradable, sorprendente, y que repercuta lo mínimo posible en tu bolsillo.

Deleita a tu cliente. Enamóralo.

Ya sé que eres muy feo, pero siendo igual de feo conseguiste a tu pareja. Pues lo mismo.

Resulta que el cliente es la tierra más fértil en la que sembrar el futuro de tu negocio.

Planta una semilla, abónala, riégala, y él solito te atraerá más frutos.

De hecho, no hay mejor momento donde seducir, que en el cliente, cuando ya es cliente.

Ahora, si quieres lo tomas, y si no lo dejas.

Pero si sabes cómo hacerlo explotar de entusiasmo, tus clientes se encargarán de hacerte grande.

¿Quieres más?. Apúntate.

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