Te cuento una de una jornada de charlas sobre chatbots.
Te cuento también que esto de asistir a diferentes eventos y de cuidar mucho lo que haces te permite comparar con mucha claridad. Con la suficiente claridad como para poner a caer de un burro al primero que se despiste.
No te cuento, porque ya deberías saberlo, que tengo una trayectoria de muchos años en comercio electrónico en la que soy ferviente partidario de lo simple.
Te lo dice uno que se hartó de vender con una página estática y un formulario al pie del producto. Si es simple, es bueno.
Y con este patrón me voy a una charla sobre el futuro de los chatbots. Whatsapp en concreto.
Imagínate las dos primeras intervenciones llevadas acabo por un anfitrión y un político socialista. Imagínate lo fabulosas que fueron que no tengo ni remota idea de lo que hablaron.
El anfitrión aún intentó hacer alguna gracia. El político, directamente infumable.
El resto de los ponentes no fueron tan malos, y eso que de lo suyo sabían un huevo, pero podría perfectamente haber grabado todas las intervenciones para hacer otra jornada sobre cómo no hacer una jornada.
Me aburroooo, me aburrooo…
Pero aunque somos muy exigentes con la sobreestimulación dialéctica, nos lo tragamos y aguantamos el tirón, que aquí venimos a por el contenido. A aprender..
Pues de Whatsapp iba el tema. Básicamente que hay que comprar chatbots.
Es decir, que del chat en el que hablamos y escribimos, ya pasamos a darle más opciones al potencial cliente o cliente que nos contacte, tanto para que reciba respuesta cuando no estamos como para poder atender altísimos flujos de contactos.
Y si lo llevamos más allá en el tiempo y el desarrollo, tendremos un chatbot que le da al cliente diferentes opciones cuando no estamos, que en función de lo que elija el cliente le podemos mostrar diferentes respuestas, incluso podemos adjuntar vídeos, fotografías, y en un futuro esperamos que se puedan hacer transacciones en el propio whatsapp.
Yo me descojonaba. «¡Oh, tío!. ¡Qué bueno!.¡Tenemos que poner un chatbot!«.
¿Por qué me descojonaba?
Amoaver.
Que yo sepa en las webs damos cada vez más cercanía, más interacción, y lo último en cercanía e interacción es ponerle un acceso directo a un chat para poder hablar con el cliente en el momento que el cliente quiere hablar.
Y me están diciendo que lo que viene en breve es convertir el whatsapp en un contestador automático dinámico que te va llevando por las diferentes opciones, incluso mostrándote fotos, vídeos y enlaces.
Señores de los chatbots. ¡Están ustedes a punto de reinventar la Web!. No es necesario. De eso ya tenemos.
Más allá de eso, la llegada de una forma de pago integrada en Whatsapp, como si fuera la revolución. Habrá que tenerlo en cuenta porque whatsapp lo tiene todo el mundo, pero también había que tener amazon pay que lo iba a petar, y el que ha petado ha sido él mismo. Ya tenemos bizum, paypal, stripe, google pay, apple pay, y suputamadre pay… Y no subestimemos el pago en efectivo, que sigue funcionando muy bien. Todo eso sin tener en cuenta que igual que tenemos whatsapp, también tenemos tarjetas, y la pasarela de pago de redsys funciona por menos dinero que cualquiera de las demás opciones. Y esa, la que cuesta menos, es la que más nos gusta. (Que somos más de números, sabusté…).
Entonces dónde está el avance, la clave, la chicha.
La clave está a medio camino entre el envío de emails y del envío de sms. El primero el gratuito, el segundo es muy efectivo pero caro.
Ahora resulta que acostumbrados a usar whatsapp «for-fri», nos lo quieren calzar como servicio de pago. Por ahí van los tiros.
Es normal. El Azúcarberg pone mucha pasta para hacer funcionar whatsapp y de algún sitio tiene que rentabilizarlo. Que ya lo rentabiliza aunque tú no te enteres, que tonto no es y le importa tan poco tu privacidad como tus datos, pero además quiere un peaje directo.
Es obvio que si los emails de mi tienda web o incluso este mismo los envío por whatsapp, más gente los abrirá y los verá, pero ojo. Hablamos de tasa de apertura.
Tasa de apertura: Vas caminando por la calle, te zumba un huevo porque llevas el móvil ahí pegao en el bolsillo, y vas a mirar a ver quien te está molestando. Verás un tocho de mensaje como este que te ahora estás leyendo entero, ¿y qué?.
¿Te vas a poner a leerlo en mitad de la calle?. No.
¿Te vas a poner a leerlo si estás con alguien?. No.
¿Te vas a poner a leerlo si estás conduciendo?. No.
¿Vas a abrirlo?. Si.
¿Hemos disparado la tasa de apertura?. Si.
¿Somos tontos?. También, porque eso no vale para nada.
No quiere decir que nadie vaya a leerlo. Tampoco quiere decir que cuando escribes en el whatsapp tengas que escribir igual que en un email. Al contrario. Tiene sus protocolos y procedimientos recomendables acordes al medio.
Pero del mismo modo, en un envío por email email en que la tasa media de apertura es más baja, está contaminada por la restricción de apple, que ya no nos dan la información de apertura de email correcta, y que en unos casos las estadísticas los marcan como todos abiertos, y en otros casos, los más, los marcan como ninguno abierto.
Salvando eso, por email te pillo en casa, sentado, con pantalla grande, y te mando este tocho. ¿Te lo vas a leer?. Pues igual no, que lo entiendo, pero en general lo va a leer un porcentaje de gente mucho mayor cuando lo tenga delante que si te pilla zumbando un huevo por la calle. ¡O conduciendo!.
Por lo tanto.
La integración de whatsapp como medio establecido de comunicación en los entornos digitales habituales como una tienda online, es algo inevitable. Ya viene.
A partir de ahí: Cuidado con la tentación de las novedades que vamos a necesitar sí o sí, y que luego igual es no o no.
De modo que sentido común, calma y criterio.
Si quieres un consejo, hazlo como yo.
En cada punto clave de mi tienda online donde un cliente pueda querer contactarme, le pongo un enlace a mi whatsapp, que eso es muy fácil, y le pongo un texto predeterminado, que sirve para adecuar el mensaje a esa situación en ese punto de la tienda, y para que yo sepa de dónde viene.
Y hacerlo así tiene un mucho sentido y una explicación muy simple, y es que el botón que pulsará siempre el primero cualquier cliente que te contacte por whatsapp y le conteste un robot será el que diga:
«Quiero hablar con una persona» (no con un puto robot)
Si me contratas la tienda web te prometo que cuidaremos los puntos donde colocar los enlaces directos a tu whatsapp con el mismo cuidado que en la mía.
Y si quieres saber cómo poner ese link por tu cuenta, aquí te dejo la herramienta, que además te sirve para crear enlaces nuevos de whatsapp a números que no tienes en tu agenda: Debes escribir el número de teléfono sin signo «+» sin doble cero delante, tan sólo que empiece por «34» si es de España o el número que sea en función del país del destinatario.
Si no la visualizas, ves aquí: https://postcron.com/es/blog/landings/generador-de-enlaces-para-whatsapp/
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