🤪 El mejor vicio del comercio electrónico

Cuando te pones por tu cuenta ya empiezas a saborear platos que tiene la vida preparados solamente para los audaces.

El camino es duro, es largo, es lento, pero hay momentos sin los que no podría vivir, o no sería lo mismo, o seguramente ya lo habría dejado.

Esos momentos son dulces cuando te pillan trabajando, pero cuando te pillan en casa o tomando un café, mucho más.

Te pongo en situación:

Imagínate que has salido de tu casa por la mañana a tomarte un café y a leer un rato el periódico.

Tu café casi por terminar, ese café con leche que tanto te gusta, y ya ojeando el periódico, de pronto suena una notificación del teléfono.

Te confieso que yo llevo desconectadas todas las notificaciones, pero pongamos que era cuando aún me molestaban.

Hace el teléfono: Zum!, toc, toc!, tararí!, o como quiera que haga el tuyo. Si es un aifon hará ¡¡¡PINNNNNNGGGGG!!!.

Como obedeces ante el poder tiránico del móvil, compinchado con tu curiosidad, inmediatamente miras la pantalla de notificaciones.

¿Qué pone ahí?.

«Nuevo pedido recibido…»

Orgasmo inmediato.

¡Oh, yeah!

Me levanto cuando me sale de los huevos, me ducho si quiero, me afeito si me apetece, me visto, y como me apetece, me voy a dar un paseo y me tomo un café donde me da la gana mientras la mayoría de mortales entregan su tiempo y sus habilidades a un tercero encerrados en sus instalaciones.

Cuando pienso lo afortunado que soy, la guinda del pastel la pone ese nuevo mensaje, «Nuevo pedido recibido».

Si vives del comercio electrónico, la vida es muy diferente.

A partir de ahí, puedes hacerte todo lo imprescindible que quieras. Puedes cagarla al nivel que tú quieras.

Si te conviertes en imprescindible, la has cagao. Podrás hacer pocas cosas cuando y como te de la gana.

Si te conviertes en prescindible, esa es la vida que todos deberíamos llevar.

Tu caso es diferente

Por supuesto.

Pero en realidad no es así.

Todo cuesta, pero no recuerdo bien quien dijo que todo lo humanamente posible lo deberías considerar dentro de tu alcance.

O lo que es lo mismo: No me jodas.

Te cuento que yo no soy tan rico como me gustaría. De hecho soy más rico en tiempo que en otra cosa. Pero lo soy porque he sacrificado el beneficio económico por una vida de hacer lo que me de la gana cuando me de la gana.

Lo he hecho renunciando a otras cosas. O pensando que renunciaba a otras cosas, porque a veces parece que renuncias a algo y en realidad te estás quitando un muerto de encima. Otras veces haces cosas sólo obligado por las circunstancias, y cuando ves el resultado lamentas no haberlas llevado acabo antes.

Resumiendo.

Vivir del comercio electrónico te cambia la vida.

Te da la posibilidad de construir tu día a día como tú quieras.

Y te da esos regalos en forma de chute de dopamina cada vez que recibes ese maravillosos mensaje: «Nuevo pedido recibido».

Lo mejor es que está al alcance de quien decida ponerlo en práctica.

Dan ganas, ¿eh?. Con eso basta.

Si tienes ganas, es que tienes preguntas.

Adelante, no te cortes. Mientras no sea excesivamente famoso, las respondo a todas.

Para esta cosa y otras, envíame tu email a continuación y te contactaré a menudo por email.

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