La verdad es que si te paras a pensarlo, es para darnos de ostias.
En función de tu edad, habrás vivido, o no, en aquellos años en los que el acceso a la información era un privilegio.
Podíamos progresar en aquella sociedad, pero con ciertas limitaciones.
Una de esas limitaciones era el acceso a formaciones universitarias, donde se encerraba el conocimiento de la humanidad y de sus especialidades profesionales.
Ahí, metidos entre libros, adquiríamos la información a la que no tenía acceso el resto de la mortalidad humana.
Los más progres.. aún éramos jóvenes y como puedes comprobar también éramos imbéciles… decía que los más progres pretendíamos una universidad más accesible, o analizando el objetivo final: Que el acceso al conocimiento no dependiese del nivel económico, sino de la aptitud y actitud de cada cual.
Aunque éramos imbéciles, en eso estábamos en lo cierto. Un acceso pleno a la información supondría una revolución hacia delante en todas las especialidades. Cualquiera podría acceder a información absolutamente relevante para su futuro. Estábamos imaginando un mundo mejor supuestamente provocado por una mayor cultura especializada de cualquier tema, y esto estaría provocado a su vez por abrir el libre acceso a esa información que recibían los universitarios.
Nos equivocamos.
Y si, es para darnos de ostias.
Somos un atajo de llorones, quejicas y buscadores de culpables. Cada vez que decimos o pensamos «Es que…» una ostia nos tendría que llover del cielo. Pero una buena ostia.
No son los políticos. No son los ricos. No es el tiempo. No es la edad. No. Eres tú, melón. Eres tú.
Tienes en tu mano más poder del que tuvo la NASA durante décadas, y lo tienes en forma de teléfono móvil. No por lo que hace, sino por todo lo que te puede mostrar.
También tienes la televisión inteligente, el ordenador, la tablet… pero con el móvil hay más que suficiente para ponerse a dar ostias y no parar.
Tenemos toda la puta información que necesitamos para ser expertos en los que nos de la gana.
Tenemos el acceso a toda esa información de la forma más rápida, fácil y directa que nadie pudo jamás imaginar.
Por si esto fuera poco, lo tenemos GRATIS.
Te harían falta todas las vidas de todos los habitantes de tu país para consumir toda la información que hay accesible en internet, y todas las vidas de tus vecinos para acceder a todo el contenido de alguna especialidad en concreto.
Pero es que además existe formación a unos precios muy bajo y con toda la flexibilidad que quieras, aunque se supone que antes deberías haber superado la formación gratuita.
¿Qué hace falta para usar esa información y convertirnos en la eminencias que queremos o queríamos ser?
Pues exactamente lo mismo que hacíamos cuando no existía internet: Trabajo efectivo y eficiente. Lo que hagas con esa información y cómo lo hagas será lo que determine tu futuro.
De modo que si cualquiera de nosotros está dispuesto a trabajar lo suficiente, puede convertirse en especialista con solamente un año de estudio y trabajo intensivo en cualquier especialidad que elija, y una eminencia en ello si se dedica 4 años más.
Debo citar de nuevo a la señora diciéndole al pianista Rubinstein que daría lo que fuera por tocar el piano como él. A lo que él , con otras palabras, le respondió más o menos:
«Tócate los cojones, y a qué coño piensas que dediqué el tiempo mientras tú te dedicabas a ir de fiestas y de compras, cariño?»
Creo que no fue exactamente así la frase, pero.. ¿a quién le importa?
Pues perdona que te lo diga, pero la señora esa, eres tú.
No digo que no joda, digo que es para darnos de ostias. Porque lo tenemos en la palma de la mano. Y aun tenemos tiempo.
Sí. Aun estamos a tiempo de ser lo que queramos ser porque tenemos más facilidades que en toda la historia.
Pero seamos realistas.
¿No lo hiciste cuando más energía tenías, y lo vas a hacer ahora?. Si, tú puedes contestar que si, claro que si, claaaaaro, campeón.
Pero… ¿Y mañana?. ¿Mañana también?. ¿En una semana seguirás adelante? ¿Y en un mes… ?.
Te lo resumo.
Tenemos todo al alcance, más que nunca, mejor que nunca, más fácil que nunca. Y no nos tiramos ahí como hienas a devorar información.
Nos dedicamos al ocio.
Porque me lo merezco.
Si es que es para darnos de ostias.
Pues te lo cuento.
Voy a aprender a programar.🤩
A mis 51 años.😎
No lo superes. Iguálamelo.😵💫
No hay huevos.
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