Decía Bill Gates, que algo sabe de montar empresas y ganar dinero, que él prefiere contratar a vagos.
Él contrata trabajadores para que trabajen. Vagos son los que no trabajan.
Maticemos, pero poco.
No sé exactamente cuando ni cuán explícitamente lo dijo así, que la mente nos juega malas pasadas cuando hace malabares con los recuerdos, pero lo que es seguro es que señalo las ventajas de los vagos y se decantó por ellos.
Dijo que los vagos tienen una virtud, ojo porque tiene mucho sentido:
Al ser vagos, harán lo imposible por buscar la forma de hacer su trabajo con el menor trabajo o esfuerzo posible.
Atento a los dos parámetros:
A) Buscar la forma
B) Menor trabajo posible
Te confieso una cosa: Hay un gran vago en mi.
Ese vago que hay en mí, seguro que está dentro de ti también.
Ese vago es el que es capaz de pasarse una noche entera en vela picando números ( A ) que en una semana puede hacerlo con un código o aplicación, para conseguir que la máquina empiece a funcionar sola. ( B )
Ese que es capaz de apagar la música del coche durante un trayecto de 4 horas ( A ) para evitar tener que ir presencialmente a un compromiso evitable ( B )
Ese que es capaz de probar mil herramientas para su venta online o incluso crear la suya propia ( A ) con tal de conseguir meter la mercancía en un almacén y dedicarse a «poner el cazo» ( B ).
¿Lo pillas?.
Claro que lo pillas.
Sé vago, my friend.
… Aquí toca una llamada a la acción, pero soy muy vago.
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