Cuando yo era niño el que tenía la información, tenía el poder.
El que sabía dónde comprar herramientas, el que tenía un amigo importador, el que sabía hablar alemán… Porque la información y los modos de conseguirla escaseaban.
Mi padre, pago un importe elevado por una formación que le hizo aprender más sobre albañilería con lo que dio el salto de peón a oficial albañil.
Encontró al información, la leyó, la estudió, y la aplicó. Eso cambió su vida, ya que la posición en la empresa fue siempre relevante, empezando a los pocos años a ser encargado de obra.
A mi padre es para felicitarlo por tomar esa formación en un entorno y en unos años en los que a los 12 años ya estabas trabajando en algo.
A nosotros es para darnos de ostias.
De ostias.
Vivimos en la era de Internet.
Lo tenemos todo al alcance de la mano. Y gratis. Vale, que hay formación que cuesta dinero, y alguna muchísimo dinero porque hay quien está dispuesto a pagarlo, pero la misma información siempre la puedes conseguir gratis, y siempre yo me atrevería a decir que de varias fuentes o en varios idiomas.
¡Qué digo idiomas!. Si hasta los traductores son inmediatos y gratuitos.
Entonces, con toda la información en la mano, somos muchos los que decidimos tomar esa información.
Información infinita. Entorno nuevo. La mente se desborda y creamos un síndrome al que podríamos poner nombre de patología.
¿Qué tal este?: Síndrome del aprendizaje infinito.
Pongamos que elijes una temática: Comercio electrónico.
Empieza por youtube, sigue por búsquedas en Google, pasa por suscripciones a boletines como este, chúpate los vídeos en directo del tema, los seminarios, las conferencias online, asiste a ferias, encuentros, foros, pitos, flautas.
Una puta mierda. Eso es lo que es. Es para darnos de ostias.
¿Qué ha fallado?. Lo de siempre. El tiempo.
Tu tiempo es limitado, y la gestión del tiempo es la clave del éxito en tu negocio.
La gestión del tiempo es la clave del éxito de tu negocio DESDE EL PUTO PRIMER DÍA.
De modo que, haz como mi padre.
1.- Decide tu tema
2.- Fórmate
3.- Ponlo en práctica.
4.- Vuelve al punto 2.
Efectivamente. Los callos en las manos son los que hicieron de mi padre un Oficial de primera. (no es figurado, se llamaba así).
Imagínatelo viendo vídeos y vídeos, y charlas, y directos… Eso no es una formación. Eso parece más bien una adicción.
Así que manos a la obra a partir de hoy.
Si tu temática es comercio electrónico, y no me vas a hacer perder el tiempo, avísame.
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