La prueba del mono para tu web.

El nombre no es muy original, y la prueba es muy sencilla.

Lo que es doloroso es el resultado.

Procedimiento.

Cuando tengas terminada tu tienda web, o tu web aunque no tenga tienda, pásala por la prueba del mono.

Consiste en lo siguiente:

Sienta delante de la web a la persona más torpe y negada que conozcas en el uso de internet.
Doy por hecho que no tienes acceso a un mono que puedas sentar delante de la pantalla.

Pídele que haga lo que tú esperas que hagan tus visitantes.

Por ejemplo, si es una tienda web de instrumentos musicales la orden sería: Compra una guitarra eléctrica. (metalera, por supuesto)

Puedes hacerlo de dos formas.

1.- O con una conexión remota a su computadora, viendo su pantalla mientras mantenéis abierta la comunicación, por ejemplo con una llamada telefónica.

2.- O bien puedes estar simplemente detrás de esa persona mientras ella realiza lo que le has encargado hacer.

Tu tarea es, simplemente, tomar nota de todo:
Lo que te pregunta, donde lo pregunta, dónde mueve el cursor sin que deba hacerlo, cuántas veces y dónde se equivoca.
Escribir, escribir, y escribir.
Y rápido, no te va a dar tiempo.

Esa persona te preguntará cosas como «¿Le doy aquí?» o «¿esto qué es?», «¿voy bien?», «No entiendo…», «¿Es aquí, no?».
Sé fuerte: No respondas. ¡Tú puedes!.

Antes de empezar la prueba debes decirle que tú no le puedes ayudar ni responder a nada y que él no debe preguntarte a ti.
Eso da igual: lo hará igualmente. Te preguntará. Y pondrá a prueba tu paciencia.
A ti te da absolutamente igual, no puedes contestar. Solamente puedes decir: «yo no puedo hablar»

Lo que escribas, es oro.

Lo que escribas es un manual con el camino despejado con instrucciones para crear una web perfecta en lo que a usabilidad se refiere.

El siguiente paso es ejecutar esos cambios que solventan las dudas y errores que tuvo el cliente

Una vez modificada la web, puedes repetir el proceso, pero… con otra persona nueva. La preimera «ya se lo sabe», y no tiene el efecto de La prueba del mono.

A la misma de la primera vez, le puedes encargar otra tarea diferente en la web para seguir completando la prueba por otro lado, repitiendo el mismo proceso de silencio, anotación, y modificación en la web.

La prueba ha terminado cuando ya no haya dudas ni equivocaciones por parte del usuario para llevar a cabo la tarea para la que se supone que creaste la web.

No te hagas ilusiones, eso no suele pasar.

Siempre hay alguien que tiene alguna duda o comete algún fallo, tanto que llegarás al punto de decir: Este tío es tonto.
Y sí, seguramente lo sea, pero ¿sabes qué ocurre?.

Que los euros de un tonto valen lo mismo que los euros de un listo.

Mientras a los listos les puede vender todo el mundo con una tienda web, a los tontos no.
Muchos de ellos están ahí esperando a que tú tengas una web tan fácil que ellos puedan comprar allí sin llamar a un sobrino o a un vecino.
Así de importante es la usabilidad.

Entendido, pero te preguntarás:
– ¿Por qué se llama la prueba del mono?.

Porque la web tiene que ser tan simple para que un mono no se pierda en ella.

Si un mono se pierde en tu web, tus visitantes también se perderán.

– Hombre, eso no dice mucho a su favor. No?.
Así es. ¿Pero tienen euros?. No sé si me explico…

Otro consejo que vale pasta. Si lo pones en práctica, ganas pasta.

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