👨‍👩‍👦 Las personalidades del emprendedor

En un momento dado, un día cualquiera, de forma más o menos precipitada, tomamos una decisión: Crear un negocio propio.

A partir de ese momento, independientemente de lo que que vean de nosotros desde el exterior se libra una batalla mental.

El resultado de esa batalla definirá el resultado de nuestro negocio.

En la batalla aparecerán siempre tres contendientes, y están obligados a pelear hasta obtener una resolución tras otra.

Cada resolución responde a una toma de decisiones. No necesariamente trascendental, sino más bien al contrario. Una toma de decisiones permanente e infinita.

Siempre hay batalla. Siempre hay guerra. Siempre acaban repartiendo su victoria de forma porcentual, y de ahí surge cada decisión.

Este planteamiento surge del libro «El moto del emprendedor», de un tal Michael Gerber.

Estas cosas que escribe esta gente tiene su impacto en el lector en la medida en que vemos reflejado en nosotros mismos el planteamiento que desarrolla el escritor. De ese modo nos impacta más que la misma lectura sin involucración personal, y es cuando termina siendo asimilada.

Este planteamiento de las tres personalidades luchando entre ellas puede sonar muy místico, pero son bastante lógicas.

Si fuese un cabroncete y te quisiera vender un curso, te diría que explico al detalle las tres personalidades y cómo sacarles partido de ellas en tus negocios si lo compras antes de mañana.

Pero como aún no vendo nada de esto, te lo cuento aquí y gratis, como siempre.

Se trata de una lucha entre tres personalidades, que bien podrían ser tras tipos de atención.

La atención en el futuro, la atención en el presente, y la atención en el pasado.

Cada uno de estos tiempos lleva asociada una personalidad.

Los tres contendientes:

El primer contendiente, en forma de personalidad, es el que controla el futuro. Es la mentalidad del emprendedor.

Audaz, inquieto, imaginativo, rompedor de normas y creador de nuevos conceptos. Buscador de nuevos caminos y de nuevos destinos. Es el capitán del barco, la avanzadilla de los exploradores, y necesita que todo el equipo el siga.

El segundo contendiente es el que controla el presente. Es la mentalidad del técnico.

Este es el trabajador. El que pone los cafés. El que diseña las publicidades. El que arregla la máquina. Lo único que quiere es que no le toquen los huevos los otros dos gilipollas. Hace el trabajo, le gusta el trabajo, y y sabe hacer el trabajo. Es individualista, tira por su camino, y es el más fuerte en la mayoría de quienes se inician a emprender.

El tercero, es el contendiente que controla el pasado. Es el director.

Gracias a los datos del pasado, se encarga de parametrizarlo todo y de crear sistemas, dentro de los que debe encajar las tareas que haya que desarrollar. Las ideas locas del emprendedor deben encajarle en sus sistemas ya creados, puesto que crear un sistema nuevo le cuesta horrores, puesto que él no es el emprendedor, sino más bien el que intenta derribar sus nuevas ideas locas. Él quiere orden, proceso y sistematización.

¿Los ves?. ¿Los sientes?.

Yo sí, puedo verlos luchando permanentemente, e incluso le da sentido a lo que hago y a cómo lo hago.

Muchos de los que emprendemos lo hacemos con un perfil eminentemente emprendedor, pero rápidamente damos protagonismo al perfil técnico, que es el que nos arruina el negocio. Y lo hacemos en el momento en que el emprendedor flaquea y se desanima porque las cosas no salen como él desea.

Mientras que el proceso ideal es que el emprendedor tome las riendas de inicio, e inmediatamente se ponga de acuerdo con el director.

El perfil técnico es el gran enemigo, y es el que hace que una aventura que tiene como destino la empresa, se quede aparcada en el autoempleo, y muchas veces en el autoempleo precario.

Ahora que ya las conoces, ¿Cómo se reparten tus personalidades de emprendedor?.

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