Ligas y vendes, Vendes y mientes, Mientes y ligas… Así hasta que se consolida la relación.
Es una venta tras otra. Cada día, cada besito, cada meneo. Son ventas. Vendes hasta que la relación se consolida y la confianza aparece.
Hasta entonces, lo que haces principalmente es mentir.
Y mientes porque sabes que te estás vendiendo.
No es que si es blanco, tú le dices negro. Y si es negro tú le dices que blanco.
Es que la mentira es el medio para controlar todo lo que debería ser y no es.
Es control. Que no se te escape la situación de las manos.
Y todo esto hasta que te tiras el primer pedo delante de ella.
Pero no ese de bpfff…. . ¡No, no no!. Yo digo el PTRRRAAAAM!… y luego «Jaaajajajaj…».
En ese momento, tu relación es seria. El del pedo. El que truena.
Mientras tanto, tengo una pregunta para vosotras…
¿En serio pensáis que los tíos no se tiran pedos o es que lo que buscáis es expresamente un tío que no se tire pedos?.
¡Los tíos nos tiramos pedos!.
Y cuando no hay nadie, nos los tiramos afinando el ojete y echándole un apretón a los abdominales para meter un trompetazo que se gire hasta el perro con cara de «really?».
¡Los tíos hacemos lanzamiento de sábana de propulsión gaseosa contra la pared!.
¿Nunca has visto hormigas volando?. ¡Es porque me tiré un pedo pasando sobre su hormiguero que salieron todas disparadas por el aire!.
Después de esto, entenderás que mientras estamos ligando y la relación todavía está en besitos previos, colamos una trola gigantesca con el tema de los pedos. Vamos, es que ya podemos tener las tripas con más presión que un barril de cerveza en un submarino, que delante de la «clienta» no se le va a escapar ni un hilo de aire.
… Luego vas al baño con la música de la disco a tope, que sabes que no te oyen, y evacúas que parece que han arrancado el motor del Saturno V.
Y así hasta que llega un momento en que consideras que tu clienta está consolidada como tal, y que su confianza en ti es mayor que tus mentiras ocultas. Entonces te tiras el pedo, y declaramos la relación como estable.
…
Vamos a ver.
No es necesario que diga nada más.
Eso va de ventas, acabo de escribir de ventas, y … ejem… he llorado de risa escribiéndolo, por lo tanto, bien está así
Si quieres aplicarlo en tu día a día, o en tuis ventas, hazlo. Si te lo doy todo en cuchara pierde la gracia.
… pero lo que me he reído… of!…