El otro – Me caes bien.
El otro – Te regalo miles de seguidores.
El otro – ¿Cuántos quieres?.
El otro – Mira, para que veas que no miento, te acabo de pasar unos cuantos cientos de seguidores.
Yo – NOOOOOOOOO!!!.
El otro – No te preocupes, tío. Si me sobran.
Yo – Mira, te lo agradezco, pero por favor, elimina todos los seguidores que acabas de añadirme.
Yo – Por favor.
El otro – Es un regalo, no te voy a cobrar nada.
El otro – Luego si quieres más sí, pero estos no te preocupes.
Yo – Si lo entiendo, pero no es ese el problema.
Yo – Por favor, quítame todos los que me has añadido.
El otro – Ok. Como quieras.
…
Esta conversación es real.
Quizás pienses que no quiero deberle nada a nadie. No va por ahí.
Este regalo me lo hizo para poder llegar a los 10.000 seguidores en Instagram cuando aún no los tenía. Me costó mucho conseguirlos.
Tener 10.000 seguidores implicaba poder poner links en las publicaciones llamadas «Stories», Estoris pa los amigos.
Eso es todo. Vale. Todo lo demás que implica añadir seguidores que no son reales, es llenar de mierda el trabajo de años.
Se trata del perfil de la cuenta que has creado.
A la vez que crecía mi cuenta más lentamente de lo que me hubiera gustado, eliminaba seguidores.
Igual que al esculpir el tronco de un árbol eliminas la madera que te sobra, eliminaba a los vendedores, anunciantes, sospechosos de usar bots, pero también a perfiles fuera del ámbito, de las características, del idioma y de la zona geográfica que me sobraba.
Al desechar todos esos perfiles, estaba desechando a los que no podían ser mis clientes.
Una vez tenía en mi cuenta un perfil lo más aproximado posible de los que quería que fuesen o que podrían ser mis clientes, tengo definido el perfil de mi cuenta.
No busques por ahí esa definición de «perfil de mi cuenta», que no sé si existe como tal, me lo he inventado yo. Igual existe, no lo sé.
Ese perfil de la cuenta tiene un objetivo estratégico:
Mi negocio es un comercio electrónico, y pretender vender bien en un comercio electrónico sin estar dispuesto a invertir en publicidad es perder dinero, por lo tanto iba a pagar por publicidad en Instagram, para que me viesen más y pudiese llevarlos a mi web con un enlace.
Instagram tiene una opción de promocionar, que dicen que no hay que elegir porque no te deja hacer no sé qué. Me da igual. Es la que yo elegí. En esa forma de promoción, cuando llegas al punto de definir a qué público te diriges, hay una opción que me la pone dura: «Automático.»
¿Qué quiere decir público automático?
Quiere decir que le va a mostrar la publicidad a tu público y a público que sea igual que el que tú tienes en tus seguidores.
¿Qué pasa si te has llenado de seguidores a base de hacer sorteos?. Que al buscar un público automático te encontrará gente que busca sorteos.
¿Qué pasa si te has llenado de seguidores de otros países?. Que al buscar un público automático te va a traer público de otros países a donde quizás no puedas vender.
En esos dos ejemplos, y en muchos casos más parecidos, en los que no has quitado de tus seguidores a los que nunca van a ser tus clientes, estarás pagando publicidad por mostrarte a alguien a quien no le interesas un pito, pagarás más, les interesará menos, tendrás un ratio de click menor, y la red dejará de mostrarte porque no pareces interesante, con lo que el precio por click te resultará cada vez más caro.
Lo contrario a eso sería tener tu público lleno de potenciales clientes en la zona donde sí les puedes vender, a quienes sí les interesa, abren tu publicación y eso provoca que Instagram lo muestre más, y baje el precio de tu publicidad. Precio más barato, y dando en la diana.
¿Quién tiene unos seguidores así de seleccionados?. ¡¡¡TACHAAAAAAN!!!. Efectivamente.
Por lo que me importa un pito como una trompeta la cantidad que tenga mi cuenta en cualquier red social.
Lo que me importa es lo mucho que se asemejan esos seguidores a mi cliente ideal, porque entonces podrá hacer publicidad a público automático, para que esa red social me haga el trabajo de selección en base al trabajo que yo ya hice antes, y es ahí cuando la publi funciona.
Conclusión: Identifica a los que nunca van a ser tus clientes, para evitar gastar dinero en ellos.
Tu rentabilidad publicitaria se multiplicará. Te lo digo yo: click a 2 céntimos.
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