No te leo: Me importas una mierda

Ni soy cliente tuyo ni nada.

Seguramente nunca lo vaya a ser.

De hecho mi importa una mierda lo que hagas, tú y tu empresa.

Los clientes que aun no somos clientes somos así. Muy nuestros. Más cerrado que la mente de un comunista.

Ni con mil euros gratis.

No es coña. La gente no quiere mil euros.

Sal a la calle, con pinta de vendedor, y reparto folletos que pongan «te regalo mil euros».

No tendrás cojones a REGALAR MIL EUROS a más de la mitad de la gente que pase por delante de ti.

Ojo, que igual son más. Esto es muy bestia. Es que la mayoría no te va a dejar ni terminar la frase «Buenos días.»

Más de uno, antes de que tú hables, ya te habrá respondido. «No» o con el dedito.

Y es que los clientes somos la puta ostia. Tenemos hasta la respuesta para preguntas que aun no conocemos.

Sip. Es de locos. Pero es real.

Si le importamos una mierda en general al público, que se nos escaparían la mitad antes de poder regalarles mil euros, ¿cómo cojones esperas tú, alma de cántaro, que uno de esos señores se pongan a leer el tocho insulso e infumable que escribes en una web sobre los cacharros o servicios que vendes?.

¿Tú sabes Dios?. ¿Sí?. Pues ni él. No te lee ni Dios.

¿Entonces qué hacemos?. Ver lo que está pasando. Lo puedes ver en ti mismo.

Vamos a tope, a lo nuestro, y cuando abrimos los ojos y vemos, las opciones, la oferta, los estímulos, son demasiados.

Por eso no leemos. Pasamos por ahí, y la palabra que entra, es la que entra.

Déjame que te cuente un detalle del Bar El Camionero, donde aun puedes ir a comer en Palma (Mallorca).

Cuando lo llevaba mi mujer, la pizarra se sacaba fuera y ahí estaban escritos todos los platos del menú, ya que estaba en una vía muy transitada de vehículos.

¿Quién te crees que leía el menú?. El que ya venía expresamente a comer, o alguno de los que paseaban andando. De los coches, nadie. No daba ni tiempo.

De modo que provoqué un cambio, ya que más de un día y de dos (y de cien….) era yo el que pintaba la pizarra (si, tú, que pintas muy bien…. ayysss)

De los seis platos y un precio en siete líneas pasamos a un titular principal, un elemento secundario, y un contenido.

Media pizarra lo ocupaba el nombre de un solo plato. Media. No podías evitar verlo. Esa era la palabra que te entraba nada más mirar ahí. Ya te he pillado… Donde antes era una pizarra, ahora es un «Caracoles»,… otro día era «Fideuá», otro era «Lasaña»…

Cuando ves una pizarra sigues con tu vida. Cuando una palabra que dice «Lasaña» hace en tu cabeza «toc, toc, hola… ¡LASAÑA!». Comida.

Ya sabes qué es. Si te queda un segundo de tiempo, lo vas a dedicar a mirar el segundo elemento más importante: El precio. Abajo, más grande que antes.

Ya tengo el trabajo hecho. Te tengo. Ya decides tú si intentas leer el resto, o si te vas pensando «tengo que venir…»

Antes no ocurría nada de esto.

En internet y fuera de internet es lo mismo. Cada momento tiene una función, y no contamos con apenas tiempo para cumplir una función concreta, rápida, para llevar la atención del punto A al punto B.

Por eso debes tener muy claro cual es el objetivo de cada texto.

El objetivo del texto que aparece en google, es que hagas click sobre esa opción y no sobre otra. No pretendas escribir nada menos, ni nada más, o te saldrá mal.

El objetivo del titular, es incitar a seguir leyendo el subtitular, que no leerá si el titular no le ha llevado hasta allí.

Y e objetivo de un párrafo ha pasado a ser una simple cucharada de información, recomendable que sea después de un pequeño encabezado, y separado de otro párrafo con espacio generoso para que ni si quiera a la vista nos parezca mucha información de una cucharada.

Sólo con eso, y teniendo en cuenta que les importamos una mierda a todos, podremos guiar algunas miradas hasta donde realmente queremos: El texto en donde mostramos las ventajas de nuestro producto, en lo que va a cambiarle la vida a ese futuro cliente, y cómo se va a quedar jodido si no lo compra.

Pero esto último ya es otro tema más profundo.

Si aplicas lo de los titulares, ya tienes media batalla ganada. Y gratis.!

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