Flipante. Son ocho puntos. Es tan bueno como para enviártelo, buenisísimo.
Que igual ya lo sabes, pero a veces, eso que ya sabes, verlo ordenado punto por punto da una claridad momentánea que produce ese placer de pensar que tú eso lo haces con la punta.
El tío decía: «Me acerco al marketing de la misma manera que me acerco a una dama»
Fua! Fua! Fua!. Que ahora viene lo bueno, el tío es un crack:
1.- No pidas la venta todavía, valora primero
2.– No persigas, atrae
3.- No fuerces, Influye
4.- Menos charla, más demostración
5.- Cero autobombo
6.- Cero necesidad
7.– Nunca dé la impresión de que no puede prescindir de la otra parte
Y la mejor de todas.
La que hace que mi profe, que vende más que quiere, sin que le vaya detrás a nadie, sino más bien al contrario:
8.- Aléjate
Toma ya: Aléjate, que «el pollo está en el horno». Cuando menos, es impactante.
Que si, pero esta vez no voy ahí…
Vamos a bajarlo al suelo.
Venga, fin de la película, vamos a ver, campeón…
Eso ha estado muy bien, muy chulo, pero quiero volver a leer un poco más atrás.
Punto dos y tres. Atrae e Influye. ¿Atrae e Influye?.
!Atrae e Influye!. !Tócate los huevos!…
Así, por arte de magia, atraes es influyes. ¡Ole!.
Me gustaría ver al autor frente al gerente de la fábrica de puertas en verano, en una nave calurosa llena de polvo de serrín, yendo a vender cualquier cosa más jodida de vender que una puta cocacola y soltárselo ahí diciéndole al oído con una palmadita al hombre:
«Ese que viene sudando es el jefe. Ale, campeón… tira a ver…». ( «… a ver cómo cojones le atraes y le influyes, gilipollas!». Eso lo piensas pero no lo dices)
Cual es la moraleja: Que escribir 8 puntos como si fueses el puto amo lo hace cualquiera
Hazlo realidad, y entonces serás el puto amo.
… Pero entretiene y da que pensar. Por eso te lo mando.
Si quieres más, en mi newsletter. Pon tu email aquí abajo: